• EL NUEVO Y VIBRANTE SONIDO DEL RAP ISLANDÉS

    El bar Prikið, en el centro de Reikiavik, se ha convertido en el centro neurálgico de una nueva generación de raperos, desde el trap Elvar hasta la feroz y frenética Condesa Malaise.

En la esquina de una calle del centro de Reikiavik, o "101" como la llaman los lugareños, se alza un viejo y colorido edificio de chapa ondulada conocido como Prikið (pronunciado "Prikid"). Durante el día es una cafetería, por la tarde es un bar y por, la noche, una discoteca. Pero la mayoría de la gente lo conoce por la huella que ha dejado en la cultura musical del país: Prikið es el corazón palpitante de la escena del rap islandés. "Es nuestra meca", dice Joey Christ, uno de los raperos más aclamados de la ciudad. "Es donde los artistas tienen su primera oportunidad y donde hacen sus pinitos".

 

Desde la irrupción internacional de estrellas como Gísli Pálmi y Úlfur Úlfur en 2015, la escena del hip-hop en Islandia no ha dejado de crecer. Pero ahora hay aquí un nuevo y diverso grupo de artistas que están atrayendo multitudes a Prikið con sus directos, sus contagiosas producciones y su decidida actitud DIY. Por eso, los sonidos frescos de Reikiavik son el centro de nuestro último documental musical New Era; la segunda parte de una serie de documentales que seguirá durante el 2023 y que comenzó a principios de este año, con una mirada en profundidad a la cultura juvenil en Accra, Ghana. En cada película, New Era trabaja con comunidades creativas de todo el mundo, proporcionándoles recursos y apoyo para ayudarles a avanzar.

En el centro de la comunidad creativa de Reikiavik está Geoffrey Þór Huntingdon-Williams, director de Prikið y fundador de Sticky Records. "Islandia es un lugar creativo y mágico para crecer", dice Geoffrey. "En Reikiavik siempre ha habido este resurgir y desaparición del rap. Se podría ahondar en ello y relacionarlo con la historia de las antiguas rimas nórdicas y el hecho de que siempre nos ha gustado jugar con las palabras. Pero hay algo en la energía del rap que se traduce muy bien aquí."

Uno de los artistas que más aprecia Geoffrey en estos momentos es Elvar. Elvar nació en la India pero vive en Islandia desde su infancia y es conocido en toda la ciudad por sus temas inspirados en el trap como "TROPEZOO" y "CHEATCODE". Su historia se sustenta en la confianza, la comunidad y una incansable actitud autodidacta.

Junto con sus compañeros de colegio, Elvar creó un colectivo llamado FLY SOUTH: una mezcla de músicos, productores, directores, estilistas y artistas visuales. A la búsqueda de lugares donde grabar su música y rodar sus vídeos, decidieron alquilar un local en la ciudad y construir su estudio desde cero. Hay una cabina de grabación, una zona de relax, una oficina e incluso un bar. "Estamos aquí todos los días y trabajamos en muchas cosas", dice Elvar. "Y nos hemos hecho muy amigos, porque trabajamos en todo juntos. Tenemos mucha libertad. Todo lo que necesitamos está aquí".

A lo largo de los años, el hip-hop islandés ha estado dominado mayoritariamente por hombres, pero afortunadamente esto está empezando a cambiar. Otra artista famosa por llenar Prikið, con sus explosivos directos y frenéticos DJ sets, es la filipina-islandesa Countess Malaise. "Describiría mi música como emocional, feroz y sexy", dice la artista. Su exitoso single, "Tired of This Shit", es una oda inquebrantable y contagiosa.

Cada vez que artistas como Elvar y Countess Malaise lanzan nuevos singles, siempre llaman la atención de la emisora de radio de rap y electrónica de la ciudad, Útvarp 101. La emisora es otro ejemplo de cómo se sostiene la escena del rap, y fue fundada por Joey Christ: un rapero islandés consolidado que lleva abriéndose camino desde 2015, llegando a abrir shows de Young Thug a Migos.

El pasado mes de mayo, New Era contribuyó a elevar la especial ola de talento que está surgiendo en Reikiavik con un espectáculo en Prikið para el que se agotaron las entradas, liderado por Elvar y Countess Malaise y dirigido, por supuesto, por Geoffrey. "La fiesta fue una locura", sonríe. Fue sólo una etapa del compromiso de la marca con la escena musical: New Era también financiará el local y la escena circundante, para que la nueva generación de la ciudad pueda establecerse como artista en el futuro.